Estas son unas palabras para expresar cuanto ha impactado Christiam en mi vida. Si lo pudiera definir con una sola palabra sería "motor de arranque" ya que él fue una de las primeras personas que me modeló como se ve una persona que tiene a Cristo en su vida. No olvidaré cuando tuve mi primer retiro espiritual donde yo no conocía a nadie y el hizo su trabajo, el de Obrero buscando mies y ahí estaba yo. El labor que hizo él, no solo fue conectándome con más personas, sino mostrando a Jesús por medio de una familia. Él cambió mi forma de pensar de que los jóvenes cristianos no se podían divertir sanamente. También fue clave en mi crecimiento como servidor del ministerio de comunicaciones donde nos enseñó que no solo estamos para proyectar una letra de canciones o utilizar las cámaras, sino que nos mostró que estábamos ahí para mostrar a Jesús por medio de esas herramientas tecnológicas. En conclusión, amigos que modelen a Jesús como él, es lo que todos deberíamos anhelar.

Cris y Juanita son el reflejo del corazón de Dios, son personas que aman infinitamente aún cuando no son correspondidos, son las personas más humildes que conozco, han recibido tanta revelación de Dios, pero eso jamás los ha "mareado" sino que ha hecho que sean íntimos de Papá y que se comprometan más con su llamado. ¡Ellos son capaces de ver la "obra terminada" de cada persona! Ellos se toman el tiempo para discipular tal cual lo hacía Jesús (abrazan, ríen, lloran, juegan, oran y adoran), aún recuerdo mi tiempo con ellos, me ayudaron a desarrollar mis dones y me ayudaron a crecer en conocimiento y en espíritu. Conozco a Cris y Juanita desde hace ya varios años, y han ayudado a tantas personas con su sabiduría, sus consejos, su don profético, su tiempo, su creatividad, sus juegos, ellos se están gastando la vida para mostrar y vivir por Cristo! Ellos no son tan solo mis amigos, ellos son mi familia!

Juanita y Christian son amados del corazón, siervos de Dios y personas en quienes confiamos. De cerca o a la distancia sabemos que procuran agradar al Padre y bendecir a quienes los rodean. Son una bendición.