Guardo la esperanza de no perder la calma, la verdad veo cada vez la situación más desfavorable, sin embargo, me dedico a ver la luz en medio de mi tempestad.
Me dedico a ver los pasos complicados cumplirse, al ver cada cuota cubrirse en casa y al mismo tiempo me dedico a agradecer los ingresos de la empresa.
Pero lo que trato de controlar para no perder la calma es el entender que debo hacer lo correcto para Dios, hoy me encuentro un poco confundida con todo esto de las primicias, dar o no dar, pienso que si damos veremos provisión y si no damos quizás nos volvemos a equivocar, son cosas en las que desconozco que decisión tomar.
Por eso, a través de estos momentos donde trato calmarle pienso que, por el momento, quiero disfrutar lo que he logrado y seguir aprendiendo de todo en este tiempo. Comprendo que primero es mi familia ante cualquier cosa y lo que le pertenece a Él, es Su primer lugar, y lo que Él demanda de mí, hacerlo feliz 🥰
Por ahora tendré muchas dudas pero no deseo perder la calma, anhelo permanecer firme y confiando que lo que Él prometió se nos dará. También comprendo que, si hoy me es complicado entregar las primicias, aquí estoy yo 🙋♀️, como primicia, me entrego completa a que Él cambie todo en mí y aprender a rendirme a Sus pies y hacerlo bien.
Y si no, como Daniel y sus amigos, mi fe y amor no son quebrantables. Me mantengo firme pesando en una palabra que vino de parte de Dios a nuestras vidas como matrimonio, que, «si Sus ángeles están felices yo no tengo porque estar triste más bien entrar en esa felicidad.»
Confió que mi hogar se esta haciendo uno solo con Él y me alegra saber que está feliz con nosotros y que nada puede quitar una sonrisa que Dios ha dibujado.
Sus trazos son de confianza con marcador permanente.
