Con qué lo reparamos

0
Preguntas con respuestas claras

Estamos acostumbrados a que cuando se rompe algo, sea de cristal o plástico, corremos a la tienda a comprar brujita (pegamento) para tratar de volver a pegar las piezas y que quede lo más similar posible a lo que era antes. ¿Qué pasa si la brujita no pega el material?

Una vez con mi esposo arreglando la habitación se nos cayó la lámpara de la mesita de cama y se hizo trizas, pero a nosotros nos gustaba, así que fuimos por brujita, pero esta no sirvió, así que había 2 opciones: encontrar otra idea o botarla.

Ese mismo día se nos ocurrió hacer el intento de volver a armarla, pero esta vez con empaste, el que se usa para las paredes. Poniéndonos manos a la obra comenzamos a unir las piezas y a los huecos rellenarlos con el empaste, ya solo faltaba pintura del mismo color y listo.

Hoy puede verse la lámpara en nuestra habitación y te aseguro que no la verás rota a menos que te acerques y veas su realidad, unos que otros relieves.

Entonces cuando tu corazón está roto o lo rompieron o todo tú se siente destrozado queremos o pretendemos que Dios corra por brujita y nos pegue. Pero nuestro material no se pega con brujita, así que esperamos que compre cemento, empaste, etc. para que nos pegue y nos deje como antes. Déjame decirte que, si esperas la cinta adhesiva en tu vida, lo más probable es que sanes rápido, pero vuelvas a salir herido o que seas tu el que hiera a otro.

En la palabra de Dios dice que somos piedras preciosas, que no somos de este mundo, aunque estemos aquí. Así que, debes entender que cuando tu corazón o tú está herido, Dios debe fundirte tal cual el oro y volverte a moldear, quitar toda grieta y herida.

Un buen artesano no hace su trabajo a medias.

Te aseguro que, si mi esposo y yo hubiéramos llevado la lámpara a un profesional, hubiera hecho un mejor trabajo y nos la hubiera entregado como nueva. ¿Por qué? Por qué hubiera utilizado las herramientas, materiales y colores adecuados y necesarios para arreglar la lámpara.

Entonces imagínate como es Dios contigo cada vez que vas con un raspón, Él no quiere sanarte por fuera y solo darte una curita o bandita, Él quiere ir hasta lo más profundo, sanarte y dejarte como nuevo. Sí, llegarás a recordar la herida, pero no verás más quien la hizo, no la verás más en ti.

Esa es la verdadera sanidad de Dios en tu vida. Te va a llevar a fundirte en Él para que tu puedas dar de Él, la próxima vez que tu herida sane rápido dile a Papá no quiero que sea con brujita, llévame a tu taller.

Por que de ahí sales nuevo, tarda más, lo sé, pero no sales igual y ni con abolladuras. Sea lo que tardes mejor es con un buen artesano que con nuestras propias manos.

Recuerda: Jesús fue carpintero, y de seguro un gran detallista, después de todo Dios creó todo lo que hoy vemos… y es ¡Hermoso!

Deja una respuesta

Otras publicaciones...