Tenemos una época de pequeños que todo nos cuestionamos y lo que más queremos son respuestas a esas preguntas ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Y cómo así? ¿Y qué es? ¿Qué es?, entre otras.
Entendemos que eso llega ser cansado para los adultos, que muchas veces somos ignorados y las dudas quedan.
Y es porque olvidamos que tan importante son hacer esas preguntas en nuestro día a día, que decisiones de las que tomamos necesitan hacerse esas mismas preguntas para saber si lo que vamos a decidir es correcto.
Podemos ver muchos personajes en la Biblia que siempre le preguntaron a Dios e incluso le pidieron a través de preguntas ser mejores y poder caminar tal cual lo haría Jesús.
Dios nos dice que le pidamos y que le hagamos estas preguntas para volvernos sabios y comprender sus respuestas de porque mejor es un NO a un SI y viceversa.
Él no se cansa de explicarnos, como dije antes Él nos lleva a tener más sabiduría y ser justos al actuar.
Cuando realizamos preguntas adecuadas tendremos respuestas adecuadas, así que, te ánimo a que le hagas a Dios las preguntas necesarias, sea para una decisión o acción conforme a Su corazón.
