Un día nos regalaron una salidas de baño con una envoltura super linda, así que las sacamos para poder verlas mejor, porque eran de pareja, pero después decidimos que sería mejor guardarlas para usarlas más adelante en un viaje.
El problema fue que al querer guardarlas tal cual vinieron, no se pudo. Así que, la guardamos como se pudo. Y eso es muy normal, ya que, por lo general hay productos que vienen embalados perfectamente que cuando uno los saca es imposible volver a guardarlos como vinieron, ejemplo el árbol de navidad 🎄.
Pensando en eso me di cuenta que eso tiene una razón de ser, la idea es que si embalado se ve lindo usarlo debe ser mucho más lindo. Y nos equivocamos al querer guardarlos para esos momentos oportunos.
Entonces nos acostumbramos a verlos embalados bonitos 😍 que luego perdemos la oportunidad de usarlo solo para que nos dure más tiempo haciendo que se vuelvan distantes y ajenos.
¿Por qué menciono esto?
Porque recuerdo de unos aretes que me dio mi hermana por mi graduación, super lindos con su cajita y todo. Así que los guarde tan bien que nunca supe cuando usarlos, hasta que un día (ya de casada) dije: “Si son aretes debo usarlos y debo encontrarles un atuendo que combinen”, ¡Y así lo hice 😁!
Me di cuenta que estas pequeñas situaciones son reflejo de nuestra relación con Dios, Él nos da promesas pero preferimos verlas que vivirlas o guardarlas para cuando estemos “listos”.
He tenido la oportunidad de escuchar varias palabras de promesas a personas que deciden guardarlas como en una caja de tesoros intocable, diciendo: “lo atesoro en mi corazón” y ahí quedan, sin buscar de Dios para que se haga realidad Su Promesa.
Pensando en eso recordé cuan importante es atesorar la promesa pero también usarla. Lo que te contaré dirás es de locos o una perdida de tiempo 😲 . Una vez nos dieron la promesa de un carro, en ese momento lo atesoré 🫶 regresé a ver a mi esposo y le dije: ¡Amor! renueva tu licencia y estemos listos para esa promesa 👌. Y dirás, ya tienen el carro, pero la cosa no es que si vino o no el carro, la cosa es que si en lo poco te mueves en fe, esperanza y fidelidad. Imagínate que harás por lo grande.
No se trata solo de guardarlo en el corazón, es accionar, es moverte con Dios para que esta se cumpla en ti, es como tener tu lista e ir dando visto😉 de lo que estás haciendo para que esa promesa se cumpla sin que esté guardada y posiblemente empolvada sin cumplir su objetivo.
Más bien es ir en pos a la promesa de Dios dada, buscando darle el uso adecuado y vivirla de cerca hasta que llegue como aquel que te la dio. Y si ya llegó pues ir por la lista hacia la otra promesa de Dios en tu vida.
No se trata de que lo que Dios te da lo veas, saques y trates de guardarlo en la Envoltura Perfecta de Su Amor para ponerla en una repisa de los regalos que Dios le ha dado a tu vida.
Se trata de recibirlo, abrirlo, usarlo, mantenerlo y que te dure hasta el día que lo vuelvas a ver y le puedas decir: "lo cuide tan bien como el día que me lo diste y cumplió Su Objetivo. Gracias Papá"
• "Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo". Efesios 4:7
• Parábola de los talentos (uno guardo lo que le fue dado mientras que él otro lo uso de la manera correcta) Mateo 25:14
Hay tanto para descubrir en estos versículos ✨ y cuando hice este escrito me llevó a ellos para entender que Dios nos ha dado de Sus Planes, Sus Promesas, Sus Regalos por Su Gracia y Amor 💝
Conociendo Él primero lo que nos ha dado, es porque nosotros lo podemos alcanzar, pero siempre que recordemos que Él debe ir contigo y nosotros confiar en Él plenamente.
