Escucho a muchas personas decir que cuando se llega a cierta edad del matrimonio todo es pique abajo, la acumulación de problemas, deudas, comunicación, hijos, pagos, etc., hacen que la relación se destruya, que poco a poco se deteriore como una “foto vieja 🎞️”.
En el álbum de nuestros padres encontraremos muchas “fotos viejas 🎞️” en tono sepia, algunas desgastadas por los años, rotas y quebradas. Que dan a entender que esos tiempos quedaron atrás y ya no se pueden recuperar; que solo queda en el recuerdo de una memoria lúcida.
Así como esa foto, pensamos cada día que subimos de años, que aquellos años pasados no se pueden recuperar y dejamos que nuestras relaciones se deterioren porque no nos sentamos a reconstruir la foto dañada con el pasar de los años.
Y claro, no es fácil, una foto dañada no se puede recuperar al menos que este en las manos correctas.
Como diseñadora gráfica he podido retocar muchas fotos que los años se han encargado de deteriorar y me encanta ver el resultado final, es como ver ¡Una nueva vida! floreciendo, diciendo ¡Recuérdame! aquí estoy más vivo que nunca, ese sueño, ese momento tan especial, ese día que finalmente pudiste guardar y atesorar.
Y pensé en esto, las manos correctas.
Si bien lo mío es parte de mi talento, tenemos un Dios que es mucho más talentoso, que no solo reconstruye una foto sino toda una vida, es capaz de darnos luz para ver que no todo es el pasado, que hay un futuro lleno de alegrías y triunfos.
Dios es especial en dejarnos boqui abiertos, porque Él no se centra en reconstruir el pasado, Él se centra en construir un futuro.
Haciendo que cada matrimonio viva cada día como si fuera el primer día de los Sí, Te Amo; Sí, Quiero Estar Contigo; Sí, Y Mil Veces Si.
Dios es el que centra nuestro matrimonio porqué Él es el centro del matrimonio.
Así que cuando veas esa foto vieja no la traigas al presente como “deteriorada” porque nada se deteriora con el tiempo, si está en las manos correctas.
Att: Dios.
