Siguiendo a Cristo

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Si piensas que es difícil, jamás entenderás

Es normal escuchar que te digan: es difícil seguir a Cristo, pero no imposible. Es un camino estrecho mientras que el del mundo es una carretera de 4 vías.

Pero, ¿Por qué?

Recuerdan la primera vez que no hicieron caso, desobedecieron y no les fue bien, tus papás se rieron y todo quedo ahí.

Nacemos con el yo puedo, dependientes de nuestras acciones, así que sí nos equivocamos fue mala suerte, estás ojeado, festejan tu mala acción y dicen que entre más desobediente eres, más rebelde te vuelves y entre otras “etiquetas” que están ahí solo para decirte, “desobedecer es normal” y lo justifican con que estas en el proceso de crecimiento y que es normal.

Entiendes por qué se te hace difícil seguir a Cristo… mientras que es normal y parte de tu crecimiento desobedecer, en Él hay solo una opción y “es Obedecer“.

Pero dirás hay que estricto tu comentario 😡, déjame te explico 🤦‍♀️

Dios no se va a reír y dejarlo pasar, Él tomará cartas en el asunto y aunque no te guste, te enseñará hasta que entiendas tu error. Como cuando tienes esos profesores que no te dejan pasar ni una malcriadez, así mismo, es Dios. Él se va a entristecer, pero va a poner mano dura como Papá, siempre va a querer lo mejor para ti.

Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. Jeremías 29:11

Entonces, sí es difícil seguirlo, imagínate dejar quién eres, por ser quien Él quiere que seas, ser otro tú, cuando tú te amas.

Pero Dios no va a cambiar lo bueno de ti, solo sacará lo que no le pertenece, haciendo que te sientas nuevo. ¡Y eso es maravilloso!

Entonces seguir a Cristo, es dejar que Él te enseñe para hacer lo correcto y saber obedecer… No es muy fácil, ¿verdad?, pero tampoco es imposible.

Es un camino que te lleva a entender, que lo que Él quiere y tiene para ti es lo mejor. Es parte de tu crecimiento, ¡Sí!, de tu crecimiento espiritual.

¿Cuánto más podrías aprender para ser mejor?
Esa respuesta solo la tienen Dios y tú.

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