Recuerdo de pequeña el enojo que le daba a mi mamá por no tender mi cama. No entendía cual era el objetivo, si siempre se iba a destender, era complicarse la existencia. Y pensaba que mi mamá se enojaba porque quería. Ella no entendía que era complicado con tener que levantarse temprano, alistarse medio dormida a realizar algo que no valía la pena.
Recuerdo que ella decía: “Por lo menos déjala como si es que la hubieras tendido, estira las sábanas y ya”. Y terminaba diciendo “no pido más” Y aún así no lo hacía, llegaba del colegio y la cama no existía hasta que me volvía a meter entre las colchas por la noche.
Que tan diferente es ya casada, ahora me despierto, veo la cama y siempre la tiendo para que mi esposo pueda recostarse después de un día largo de trabajo a descansar en una cama limpia y dije: “Si fuera soltera y viviera sola. ¿Lo haría?“
Y créanme por milisegundos pensé, no que pereza tener que tender algo que se va a destender 🫣 Y luego fue como Dios hablándome en esos milisegundos. Era simple lo que veía pero para Dios era toda una lección de vida.
Nuestra vida puede parecer una cama destendida 🛏 cuando no vamos a aclarar nuestra mente con Dios, porque nos da pereza, porque no tenemos tiempo o simplemente porque no entendemos para que es importante hacerlo. Vas a escuchar a personas decir que hablan con Dios pero también entiendo que cuando no lo has hecho, es difícil ir y hacerlo.
Porque no entiendes porque es importante para esa persona al igual que yo no lo entendía de mi mamá. Para que tender algo que se va a destender. Y así nos pasa con Dios, para que ir a hablarle si Él no escucha, si sigo igual, si no veo cambios, estoy peor que ayer.
Pero te cuento que en los primeros años de casada las veces que tendía la cama por amor no entendía, solo lo hacía. Más tarde empecé a sentir que era cómodo llegar del trabajo y recostarte en algo limpio y oloroso. Años más tarde esa costumbre se volvió más cómoda porque siempre al ir a dormir sea la 1, 2 o 3 de la mañana, reposaba mi cabeza en esa cama limpia y cuidada. No tenía que llegar y sacudir, limpiar, tender, ¡Que pereza! todavía duermo tarde 🫠 y tengo que tender la cama porque se siente sucia 😮💨
Y así mismito es con Dios, los primeros días que hables con Él no vas a entender, después de unas semanas recordarás hacerlo por amor, después de unos meses la calidez de Su Amor incrementa y unos años más tarde recién veas sus respuestas.
Dios nada hace a nuestro tiempo y eso tenlo muy en claro 👈, en muchos de mis escritos te vas a topar con que tus tiempos no son los de Él y aunque unas cosas vienen primero, otras tardan más.
Y es porque nos da pereza tender la cama...
Nos da pereza esperar escuchar Su Voz, nos falta entender que Dios escucha pero no responde rápidamente, nos da pereza y enojo porque no entendemos lo que otros entienden y así tantas EXCUSAS que nos alejan de acercarnos a Dios.
Así como yo le decía a mi mamá, es inútil tender algo que se va a destender, le decimos a Dios cuando estamos delante de Él, es inútil cambiar cuando así mismo moriré (gran error) Al igual que tú fui esa cama destendida y hoy por Su Amor, Gracia y Favor comparto bajo mi experiencia lo bonito que es cambiar. De quien era a quien soy y lo sigo haciendo porque todos los días hay que tender la cama 🛏👸
Para siempre estar con una mente, corazón y cuerpo limpio; tranquilo y confiado de quien está sacudiendo las sábanas es Dios, Él es quien está poniendo Su Cobertura, Sus Alas, Su Abrigo, Su Hombro para que tú y yo descansemos siempre y eternamente en el mejor lugar que es Su Corazón.
Bendiciones.
"Si quieres cambiar el mundo, comienza por tender tu cama" - William H. McRaven
